Con una fachada de ensueño, esta casona colonial de los años 1900 fue restaurada en el año 2017 por un reconocido arquitecto y artista, colaborando con él en el área de jardines el paisajista Riverino Murrieta, creando entre ambos un lugar fantástico para vivir y trabajar.
Se crearon espacios para las necesidades de la vida contemporánea pero conservando la estructura y características originales, pisos de pasta, carpintería y herrería de la casona.
Desde que se llega a esta hermosa propiedad se suspira al mirar la bellísima fachada que conserva sus muros en tono natural .
Atravesando la puerta, pareciera que se entra al paraíso al mirar el enorme jardín arbolado caracterizado por espacios únicos como su patio y alberca central .
En la construcción original se crearon 3 recámaras con baño completo, un estudio u oficina, área de vestíbulo, gran terraza con sala, comedor y cocina con la campana antigua que caracteriza a este tipo de propiedades.
Desde la terraza se tiene una vista espectacular al patio central, alberca y el gran corredor caracterizado por sus arcos estilo hacienda .
Hacia el fondo del jardín se pasa por un camino abrazado por la vegetación y llegando al fondo de la propiedad en donde se encuentra una gran construcción que es utilizada por el artista como su estudio de arte e inspiración la que podría convertirse a futuro en más habitaciones o casa de huéspedes.
Esta bella residencia tiene la posibilidad de adaptarse a múltiples proyectos como residencia, un hotelito encantador, restaurante o cualquier proyecto que se venga a la mente.
La orientación de la propiedad es Sur -Norte por lo que siempre se disfrutará de ventilación y frescura.

Su ubicación es muy céntrica pues se encuentra cerca del Parque de la Plancha y barrios como Chembech, Chuminopolis, la Mejorada,etc.